Por Leonel del Val


Si bien Carlos Manuel de Céspedes es el padre la Patria, para muchos, o para casi todos, la madre de la patria es Mariana Grajales.

Mariana Grajales
Hija de mulatos libres, inmigrantes dominicanos, nació en Santiago de Cuba el 12 de julio de 1815, por lo que hoy, sus hijos todos, conmemoramos el aniversario 195 de su natalicio. Es Mariana, la mujer más insigne en la historia cubana. Nada de verso en sus labios, más bien de verso el carácter al conminar al combate para liberar al país de la pobreza, la humillación y el sufrimiento.

Echó Mariana al mundo hijos cargados de valor y con el suyo contagiaba al que pudiese vacilar a la hora de empuñar el machete.

¡Qué manera de formar hombres como Antonio y José Maceo, patriotas, rebeldes, valientes, educados…! ¡Cuánta entereza para, casi con los ecos de la campana de La Demajagua, meterse en la manigua junto a los más viriles, sin pensar entonces en sus 53 años ni en su condición de mujer!

El mismo José Martí, al valorar a los padres del Titán de Bronce, con su fina y aguda prosa escribió: " …de la madre más que del padre, viene el hijo, y es gran desdicha deber el cuerpo a gente floja o nula, a quien no se puede deber el alma; pero Maceo fue feliz, porque vino de león y de leona".

Y es cierto, así de leona fue Mariana capaz de dar hijos y ofrecerlos para que pelearan por la luz de su tierra.

Hoy a los 195 años de su natalicio Mariana Grajales, tal vez desde el infinito sienta pena por las que por unas miserables monedas venden su descendencia al imperio que nos quiere negar el aire.

Pero es más seguro que Mariana sienta orgullo por aquellas que repiten su frase a los hijos de hoy: “…juremos libertar la Patria o morir por ella".